Mira que nos gustan las faenetas de Elche, y después de asesorar a nuestros clientes si les convenía adquirir la parte de la casa de su abuela para formar su hogar, o elegir otra cosa, se decantaron por lo primero. Y encima nos pidieron reformarla a su gusto, y qué gusto, ¡oiga! El Wabi-sabi, que no se come, era el estilo que copaba sus búsquedas en Pinterest. Así que, de la mano de nuestra interiorista, fueron dando forma al hogar donde iban a formar una familia. Y ahora ya están llenando, lo que iba a ser un estudio provisional, de niños. Y no podemos estar más felices por ellos. Además, venían de vivir en un piso, y no querían estar preocupados de las goteras que puede haber en una cubierta de teja alicantina tradicional, ni preocupados por las humedades en los muros, ni la falta de aislamiento térmico habituales en estas viviendas. Y como querían que se notase que no estaban en un piso, pues de ahí los techos altos y la chimenea, que no todos pueden tenerlos, y menos hoy día. Además, como sus dueños son así de guapos, y les dijimos que lo habíamos hecho anteriormente, les gustó la idea de dejar algún elemento antiguo restaurado, y allá que nos liamos con la puerta de madera de la entrada, restaurada, con seguridad mejorada y reforzada. Y adoptaron gatitos y vivieron felices.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.