Qué pasa cuando tienes una segunda vivienda a miles de kilómetros de casa, para ir cuando quieras, relajarte mirando al mar y disfrutando del buen tiempo que tenemos por aquí. Pues que no puedes estar pendiente y no quieres encontrarte sorpresas desagradables. Por eso estos clientes ingleses decidieron dejarnos las llaves, decirnos que querían un suelo en su terraza exterior haciendo dibujitos combinados y que no volvieran a tener problemas de humedades en sus muros. Y claro, la puntualidad inglesa es de sobras conocida, nosotros queríamos estar al nivel, así que cuando volvieron a controlar ya tenían la faena terminada y la tumbona preparada.
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