En esta ocasión nos encontramos con una vivienda de más de 100 años de antigüedad, de estas que ha ido creciendo con el tiempo, según las necesidades del momento, hasta llegar a un tamaño considerable. Los dueños quieren reformarla entera, pero claro, son muchos metros. Les proponemos dividir la obra en fases, y acometer de momento la zona del patio, que está abandonada y muy deteriorada, y se queda pequeño para los nietos pequeños y el abuelo. Parece que cuaja la idea, porque pronto nos ponemos a reformar el patio y meterle un despachito para que el abuelo pueda jugar al buscaminas mientras ve a los nietos jugar en el patio interior. Y si encima dejamos las instalaciones renovadas y preparadas para cuando venga la parte 2, pues pinta que esta secuela será como la segunda del Padrino, buena de verdad.
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